Ingredientes: (2 personas)
1 rulito de queso de cabra
1 tarrina de dulce de membrillo
Pan rallado, y huevo para empanar
Preparación:
Cortamos el rulito de queso de cabra en rodajas del
ancho de un dedo más o menos. Con este rulito vienen a salir unas ocho
porciones.
Ponemos el membrillo sobre un film transparente y
ponemos otro sobre él. Pasamos el rodillo de cocina de amasar sobre el y
conseguimos una capa fina y más grande de membrillo. Cortamos círculos del
tamaño del rulo de queso con ayuda de un corta pastas o similar.
Colocamos un círculo de membrillo sobre cada rodaja
de queso y lo dejamos en el congelador hasta que esté duro o congelado más o
menos una hora.
Preparamos en un plato huevo batido y en otro pan
rallado y vamos pasando cada “delicia” por pan rallado, huevo y después pan
otra vez.
Reservamos en la nevera hasta la hora de freírlos.
Se pueden conservar congelados una vez rebozados para otra vez en el
congelador, así que si salen muchos se pueden congelar.
En una sartén con aceite caliente, vamos poniendo
las delicias rebozadas y cuando estén un poco doradas sacarlas a un plato con
papel absorbente.
NOTAS:
El queso de cabra tiende a derretirse bastante
rápido, es mejor freírlos congelados o muy fríos (hechos de un día para otro),
por que sino empezará a derretirse y el aceite a salpicar por todos lados.
Para esta receta es mejor el rulito de cabra por
que te quedan unos aperitivos de bocado.
Puedes utilizar la rodaja de rulo de cabra grande,
pero al quedar más grande puedes utilizarlo para coronar una ensalada de
lechugas variadas, por ejemplo.
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