Ingredientes:
250 de mantequilla a temperatura ambiente
250 gramos de azúcar glasé
2 huevos M
650 gramos de harina
1 chorrito de leche para ligar la masa
Aroma a vuestro gusto
Preparación:
Se bate la mantequilla en un bol, puedes hacerlo
con unas varillas, con una batidora amasadora o con una varilla manual. Lo
importante es que la mantequilla esté a temperatura ambiente bien blandita,
pero no derretida.
Mientras tanto tamizamos el azúcar. Le añadimos el
azúcar tamizado a la mantequilla y seguimos batiendo para que los dos
ingredientes se mezclen bien y su textura sea homogénea.
Si estáis usando una amasadora, os recomendamos que
la tapéis con un trapo de cocina, para que vuestra cocina no parezca recién
nevada
Una vez los ingredientes están bien mezclados,
añadimos el huevo ligeramente batido y la esencia o sabor que hayáis elegido. Yo
he utilizado esencia de vainilla
Este es el momento de cambiar las varillas y
trabajar con la de amasar.
Tamizaremos la harina, y la iremos incorporando
gradualmente a nuestra masa
Cuando la harina esté perfectamente integrada,
añadiremos la leche para darle elasticidad a nuestra masa, yo utilicé una
cucharilla de medida y eché justo una cucharada.
Una vez integrada también la leche a nuestra masa,
veréis que se despega fácilmente del recipiente la volcamos sobre la mesa de trabajo
y amasamos con las manos, se necesita añadir un poco de harina sobre la mesa
para que no se pegue pero muy poco. Después de amasar formamos una bola la cortamos en cuatro a cada uno de
los trozos les damos también forma de bola. Una vez tenemos las bolas de masa
lista, debemos estirarla para poder cortarla.
En este momento la masa está muy brillante y muy
blanda y para que no se nos pegue a la mesa y os sea más fácil, sobre todo a los
que lo hagáis por primera vez, una buena solución es poner la bola de masa
entre dos papeles de horno de los que venden en cualquier supermercado.
Estiramos y dejamos reposar en la nevera como
mínimo una hora.
Todas las galletas deben tener el mismo grosor.
En el mercado hay un sinfín de artefactos que os lo
harán más fácil, pero este es un buen y económico truco para conseguirlo con
una mínima inversión: dos guías de madera de 0,6 cm compradas en cualquier carpintería
o tienda de bricolaje.
Las guías de madera impiden amasar con grosor
diferente y vuestras galletas estarán perfectas para decorarlas.
Hornear a 180ºC durante unos 10 o 12 minutos. No
olvides pre calentar el horno.
Después de ese tiempo podréis cortarlas, hornearlas
y una vez cocinadas y frías decorarlas con fondant.
Para la decoración:
Dos paquetes de fondant, uno rosa y otro blanco.
Azúcar glasé.
Corta pastas.
Un tamiz o colador.
Perlitas plateadas
Leche condensada.
Para ir decorando las galletas tenemos que tener
primero preparado un platito con una cucharada de leche condensada y un pincel
de silicona. Lo utilizaremos para pintar un poco la galleta en la parte
superior y que el fondant se pegue.
Amasamos el fondant a mano hasta que esté blandito
con textura como plastilina. Con corta pastas vamos cortando la forma de las
galletas para cubrir la zona que queramos.
Cuando tenemos el fondant separado tenemos que
trabajar sin prisa pero sin pausa. Con una boquilla redonda he hecho unos
pequeños agujeros en las ondas de los bordes para que tenga un toque más
original. Puedes recortar figuras y pegarlas sobre la primera base del fondant
para que se unan utiliza un pincel humedecido y se quedarán pegadas.
Cuando se manipula mucho el fondant se puede quedar
pegado a la mesa y a las manos utiliza un poco de azúcar glase con un tamiz a
modo de “harina”.
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